Resumen

El artículo explora la conexión de María con la misericordia, no sólo en sentido activo, como Madre de misericordia, sino también y primariamente en sentido pasivo, como la primera receptora de la misericordia divina. Para ello, se relee la noción escotista de “redención preventiva” como una gracia misericordiosa superior a la gracia del perdón de los pecados cometidos. Posteriormente, se examina la relación de María con las miserias asumidas por su Hijo sufriente, extensivas también a las de su cuerpo místico, la Iglesia. Se concluye extrayendo algunas consecuencias antropológico-soteriológicas.