Resumen

Juan Alfaro, desde su peculiar preocupación por cultivar un método teológico integral que integre en armonía los datos bíblicos, de la tradición eclesial y la reflexión teológica, busca precisar con exactitud la contribución efectiva de María a la encarnación, argumentando que esta coo­peración se configura gracias al carácter intrínsecamente salvador del que goza la encarnación, puesto que ésta confiere al mismo “fiat” de María su dimensión de contribución inmediata a la salvación del mundo, cumplida únicamente por Cristo. La figura de María ayuda a acoger el don de la salvación, que sólo puede provenir de la única mediación de Cristo. El autor demuestra con ello la legitimidad de la teología mariana en el catolicismo, sin que la cuestión mariana se deba considerar, de esa manera, un escollo para el diálogo ecuménico.